Clement Valla
Jon Rafman
Mishka Henner
“Estamos rodeados. Hemos llegado a tal saturación, que las imágenes ya no representan hechos, sino ideas y estrategias de comunicación […]”
Joan Fontcuberta.
El privilegio de ver a la tierra desde el cielo hace ya varios años que ha quedado al alcance de cualquier ser humano con acceso a Internet. Google nos abrió la puerta hacia una nueva visión del mundo, de nuestro mundo. Puerta que podemos abrir en tan solo un par de segundos, una experiencia inimaginable hace tan solo 10 años atrás.
Sin embargo esta nueva experiencia que nos propone Google puede llegar a ser descontrolada. El universo de imágenes al que nos expone nos sobrepasa. Aún sin tener en cuenta las fotografías producidas por Google Earth, es un hecho que la cantidad de circulación de fotografías en Internet es alarmante e incalculable. Estamos constantemente vapuleados por nuevas y nuevas imágenes. Google nos abre una puerta, pero nos avasalla con una experiencia en la que debido a su desmesura puede pasar como intrascendente. Es decir ¿cómo seleccionar en que detener nuestra atención ante tanta masividad? Y si no prestamos atención, si no nos detenemos a observar y percibir, jamás lograremos aprovechar en un cien por ciento esta nueva posibilidad a la que hemos sido expuestos. Es así que quedamos a la deriva en un contradictorio océano de. Por un lado se nos presenta un nuevo mundo para ser explorado, sin embargo debido a su envergadura, tal expedición puede ser consumada de forma intrascendente o sofocante.
“[…] Como reacción ética, estética y por tanto política a esta proliferación descontrolada, proponemos una nueva ecología de las imágenes. Qué sentido tiene producir más de lo mismo cuando podemos recuperar y reciclar críticamente material existente, otorgándole nuevos sentido y significado”
Joan Fontcuberta
Los artistas seleccionados para esta exposición vienen a nuestro rescate. Se encargan de conducirnos a lo largo y ancho de este océano. Nos advierten en donde vale la pena detenernos a contemplar. El método que utilizan en tal noble misión es el de la apropiación. Son autores que se han dedicado a coleccionar imágenes que por sus excepcionalidades nos atraen de inmediato. Nos transmiten a través de sus enfoques particulares esta nueva experiencia de visión satelital, guiándonos a través de ella. Hurgan en los confines de un océano plagado de contaminación visual, para sorprendernos con el hallazgo de un tesoro que merezca nuestra percepción.
Este proceso de edición le aporta el factor humano al automatismo generador de las fotografías. Nada escapa al ojo de Google, todo lo que el registra queda atrapado para luego ser liberado ante nosotros. Es indispensable ante tanta desmesura el filtro humano que nos libere a nosotros del automatismo de mirar por mirar. Necesitamos de alguien que tenga una visión particular y que le dé un nuevo sentido a esta experiencia, que nos enseñe a finalmente detenernos a observar.
• Mishka Henner nos muestra instantáneas que parecen ser la intervención artística de un artista neoplasticista sobre una imagen satelital. Sin embargo como en este caso, a veces la realidad supera la ficción, y este ejemplo no es más que una estrategia de seguridad nacional.
•Jon Rafman busca y encuentra momentos excepcionales. Colecciona pequeñas situaciones que representan la evolución en la era postfotografica del llamado “instante decisivo”.
•Clement Valla se interesa por el modo de funcionamiento del software que genera las imágenes satelitales de Google Earth. Nos sorprende con reproducciones satelitales que sobresalen por su carácter surrealista.
El recorrido ya está planteado, queda en ustedes el adentrarse a explorarlo.
Narambuena Cecilia, curadora de la exposición.
Bibliografía empleada
La Búsqueda de Tesoros en el Océano Visual de Google Earth
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